El Día Mundial del Turismo, que se celebra cada 27 de septiembre, es la excusa perfecta para redescubrir la riqueza culinaria de Venezuela. Más allá de sus paisajes imponentes, el país se revela a través de su gastronomía, con un mapa de sabores que conecta cada región con una tradición única.
La cocina venezolana es un reflejo de su gente, diversa, vibrante y llena de carácter. Desde las montañas de Los Andes hasta la zona costera del mar Caribe, cada plato cuenta una historia, y ciertos ingredientes actúan como hilos conductores de esta narrativa culinaria.
La ruta de los sabores venezolanos
En la Región Capital, el quesillo se impone como símbolo de celebración. Su sabor profundo y consistencia envolvente nacen de la mezcla precisa entre huevos, leche condensada y leche entera, la de Natulac es ideal por su firmeza, que se complementan logrando un postre digno de cualquier ocasión especial.
El bienmesabe larense reina en la Región Centro-Occidental, demostrando cómo la sencillez de ingredientes nobles como coco y leche entera Natulac, unido a un bizcocho y decorado con merengue, pueden convertirse en la base de una delicia cremosa y tradicional.
En Los Andes, la mazamorra andina reconforta el alma. Este postre evoca la calidez del hogar y su sabor auténtico depende de la pureza del producto que potencia cada nota de la receta. La versión más difundida se elabora a base de maíz tierno, leche entera como la que ofrece Natulac, y especias aromáticas.
En los Llanos, el dulce de leche cortada captura la esencia de las llanuras del país. Teniendo como principal ingrediente la leche entera Natulac, y azúcar, su transformación lenta y cuidadosa da como resultado un postre suave que celebra la tradición regional.
Región Centro-Norte-Costera, la torta de compota estalla en sabor frutal. Es una torta húmeda, sencilla y muy sabrosa, elaborada con compotas de frutas comerciales (manzana, pera o durazno) como los sabores de los colados de Natulac, que se incorporan a la masa como sustituto de parte de los líquidos y azúcares. Surgió como una solución práctica en hogares donde se aprovechaban compotas infantiles o excedentes de despensa.
En el Oriente venezolano, el helado de guayaba margariteño es un deleite tropical. Este postre frío es una expresión deliciosa de la dulcería insular, donde la guayaba se convierte en protagonista. Su combinación única del jugo de guayaba y la leche condensada Natulac nos transporta directamente a la brisa del mar, en un balance perfecto entre acidez y dulzor.
Finalmente, la Región Guayana nos sorprende con el majarete guayanés. Diferente al tradicional “majarete” de harina de maíz, su principal ingrediente son los plátanos maduros, cocidos y majados o licuados. En su versión más moderna, abraza la versatilidad de la bebida de almendra Natulac, ofreciendo un toque innovador a este clásico postre.
Nuestra gastronomía es el alma de Venezuela. Cada plato es una invitación a explorar, a saborear y a celebrar lo que somos. ¡Feliz Día del Turismo!
Si quiere más información sobre la marca y su portafolio de productos puede visitar su sitio web: www.natulac.com y/o sus redes sociales: Instagram (@natulacoficial) y Facebook (Natulac).
Nota de prensa