El papa León XIV volvió este martes a expresar su desacuerdo con las políticas migratorias impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump, cuestionando el «trato profundamente irrespetuoso» que, según afirmó, reciben numerosos migrantes en territorio norteamericano.
Desde su residencia de descanso en las afueras de Roma, el Pontífice señaló en inglés que es necesario «buscar alternativas que garanticen dignidad y humanidad» para quienes llegan o residen en Estados Unidos. Reconoció que cada nación puede regular el ingreso a su territorio, pero subrayó que muchas personas que llevaban años asentadas en el país «fueron sometidas a procedimientos que no respetan su condición humana».
Asimismo, instó a la sociedad estadounidense a atender las advertencias de los obispos del país, quienes recientemente difundieron un comunicado inusual pidiendo frenar el «ambiente de temor» que rodea a la comunidad migrante.
Desde que asumió el pontificado en mayo, León XIV se ha convertido en un crítico persistente de las medidas migratorias de la administración Trump.
El Papa también se refirió a la situación en Nigeria, nación que sostiene conversaciones con Washington tras las amenazas del presidente estadounidense de intervenir militarmente por los ataques de grupos yihadistas contra cristianos. Recordó que Nigeria, con una población cercana a los 230 millones de personas, se encuentra profundamente marcada por tensiones religiosas y violentos conflictos que afectan tanto a cristianos como a musulmanes.
Según explicó, en diversas regiones del país «existen riesgos evidentes para los cristianos, pero también para cualquier ciudadano», pues las masacres perpetradas por grupos extremistas no distinguen credo. Añadió que la inestabilidad está vinculada no solo al terrorismo, sino también a disputas económicas y a la lucha por el control de tierras.
