La noche del martes, fuerzas del gobierno nacional irrumpieron en la vivienda de la periodista Charito Rojas en Valencia, estado Carabobo. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) condenó el operativo ejecutado por la Policía Nacional Bolivariana (PNB). La reconocida comunicadora, conocida por su trayectoria crítica, enfrenta una nueva arremetida en su contra. El SNTP asegura que este allanamiento responde a una campaña de hostigamiento por sus opiniones políticas. Rojas, actualmente en exilio forzado, suma este episodio a años de persecución.
El gremio periodístico expresó su apoyo incondicional a la periodista. “Charito sufre persecución por motivos políticos y por su valentía al informar”, afirmó el SNTP en un comunicado. La acción ocurre en un contexto tenso, tras señalamientos de una ONG el 18 de marzo de 2025. Esta organización acusó al chavismo de explotar la vulnerabilidad de migrantes para fines políticos. El allanamiento refuerza la percepción de un régimen que silencia voces disidentes, mientras el país registra 1.028 ataques a la prensa entre 2013 y 2024, según datos de Espacio Público.
“Allanamiento: Silencio Forzado a la Voz de Charito”
El operativo contra la casa de Rojas enciende alarmas sobre la libertad de expresión en Venezuela. El SNTP destaca que la PNB actuó sin orden judicial clara, un patrón recurrente en casos de opositores. La periodista, con más de 30 años de carrera, abandonó el país en 2023 tras amenazas directas. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras reportan que Venezuela ocupa el puesto 159 de 180 en el Índice de Libertad de Prensa 2024. Este allanamiento evidencia la presión sobre quienes desafían la narrativa oficial.
La vivienda de Rojas, ubicada en un sector residencial de Valencia, quedó bajo custodia policial tras el ingreso. Vecinos relataron a medios locales que los agentes revisaron pertenencias y equipos electrónicos. El SNTP exige respuestas al gobierno y protección para los periodistas. Mientras, la diáspora venezolana, que supera los 7,7 millones según la ONU, observa con preocupación cómo el régimen intensifica su control. La solidaridad con Charito Rojas crece como un grito contra la censura.
Nota de prensa Punto de Corte