El afecto y la cercanía hacia 30 abuelos que forman parte del Centro Recreacional del Adulto Mayor Juan Pablo II, adscrito a la Fundación San Diego para los Niños, selló lazos de esperanza durante el compartir de un almuerzo especial, en el que estuvo como invitado el alcalde León Jurado Laurentín. El evento fue organizado por el Instituto Autónomo Municipal de la Policía de San Diego (Iamposad), cuyos funcionarios se encargaron de crear un entorno familiar y cálido para todos los presentes.
El encuentro de este jueves reforzó el compromiso de la gestión local y los PMSD con el bienestar integral de los adultos mayores. El salón principal del Centro Recreacional estuvo colmado de alegría, música, juegos de mesa y expresiones de alegría, dando vida a una jornada en la que las sonrisas de los abuelos fueron los protagonistas.
El alcalde León Jurado Laurentín agradeció la invitación de la PMSD a la jornada, en la que los adultos mayores disfrutaron de actividades recreativas que fomentaron la convivencia y el sano esparcimiento, generando un espacio propicio para compartir recuerdos y fortalecer lazos comunitarios. Cada detalle fue preparado para hacer sentir a los abuelos valorados y atendidos.
La primera autoridad saludó afectuosamente a los presentes y destacó la importancia de acompañar a quienes han construido con esfuerzo y dedicación el presente de San Diego: “Es un honor compartir momentos de alegría con estas personas que han dedicado años de vida a ser hombres y mujeres útiles para el desarrollo de sus familiares y del país”. Expresó Jurado Laurentín.
El alcalde reafirmó su compromiso de continuar impulsando acciones que honren y protejan a los adultos mayores del municipio.
El almuerzo fue ofrecido por el reconocido restaurante de comida peruana “Sabor Perú”, encargado de preparar un menú ligero de comida rápida para los abuelos y el personal policial que quiso rendirles un tributo a los abuelos del municipio.
La actividad contó con la participación de Payasos Humanitarios Valencia, los cuales aportaron un toque de ternura y diversión con dinámicas, chistes y juegos que arrancaron risas, abrazos y miradas llenas de esperanza.
Cada gesto se convirtió en un bálsamo emocional para los abuelos, llenando el espacio de auténtica alegría. Al finalizar la actividad, un autobús de la alcaldía de San Diego trasladó a cada abuelo hasta su hogar, garantizando un retorno seguro y cómodo.
Nota de prensa


