Fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) han revelado que la operación especial «Telaraña», que resultó en ataques hacia 41 bombarderos estratégicos rusos, tomó más de un año y medio en prepararse. Fueron destruidos los aviones A-50, el Tu-95 y el Tu-22 M3, los cuales eran usando por Rusia para bombardear bombardean ciudades ucranianas cada noche. Las pérdidas para Rusia oscilan por más de 2 mil millones de dólares.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, supervisó personalmente la operación, la cual fue ejecutada por el jefe del SBU, Vasyl Maliuk, y su equipo.
Inicialmente, los drones FPV fueron infiltrados en territorio Ruso. Posteriormente, se introdujeron en estructuras móviles de madera y los drones eran ocultados bajo los techos de estas construcciones improvisadas, que a su vez eran montadas en camiones de carga. En el momento oportuno, los techos se abrieron remotamente y los drones fueron activados a distancia, iniciando las acciones de ataque.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso señala que «Ucrania lanzó ataques con drones FPV contra bases aéreas en las regiones de Murmansk, Irkutsk, Ivanovo, Ryazan y Amur.
Se produjeron incendios en las bases aéreas de Murmansk e Irkutsk debido al lanzamiento de drones en las cercanías, mientras que en Ivanovo, Riazán y Amur fueron repelidos. Incendios extinguidos, sin víctimas. Varios sospechosos detenidos».
Fuente: Agencias Internacionales/ Foto: DW
