Entre las diversas lecturas sobre los resultados en las elecciones regionales y parlamentarias de este 25 de mayo, sobre el mesón del análisis resalta el oxígeno que recibió el liderazgo de María Corina Machado, como líder de la oposición real, luego de varios meses de cuestionamientos frente a lo que politólogos califican como falta de estrategia.
Aunque el CNE aseguró que participó el 42,63 % del electorado, es decir, poco más de 9 millones de personas, el ausentismo en los centros electorales fue demasiado notorio, y la presidenta de Vente Venezuela, calculó la participación en 15 %. Lo que sí resultó claro fue que el llamado de Machado a boicotear los comicios parlamentarios y regionales pudo más que el supuesto liderazgo de Henrique Capriles, Manuel Rosales y Stalin González, conocidos como representantes del “Chavismo azul”, cercano a los intereses de Nicolás Maduro.
En entrevista con la BBC de Londres, Eugenio Martínez, venezolano experto en política y elecciones, resalta que los datos del CNE son «inconsistentes» porque si el registro electoral es de 21.485.669 y se totalizaron unos 5 millones y medio, «la participación debe ser 25,63%, no de 42%, salvo que el CNE recalculara el registro a 13 millones por la migración».
De las 24 gobernaciones (gobiernos estadales), 23 han quedado en manos del chavismo.
Además, se elegían a los diputados de la Asamblea Nacional (AN) y en este caso también, según los resultados del CNE, la alianza del Psuv-Gran Polo Patriótico obtuvo 4.553.484 votos (82,68 %), mientras que las dos alianzas opositoras que se presentaron, Alianza Democrática y UNT-Unica, obtuvieron el 6,25% y el 2,57% de los votos respectivamente.
Así, la Asamblea y las gobernaciones quedan teñidas del rojo oficialista.
Con información de Versión Final
