Luciana Paredes, con apenas 13 años de edad asegura tener sus objetivos muy claros, concluir sus estudios, y mientras eso sucede se ocupa de su segunda meta, esforzarse al máximo para tener nombre propio como tenista profesional.
Su entrenador, el profesor Ángel Pérez la lleva al paso, sin embargo en ocasiones «aprieta las tuercas» para observar sus reacciones, medir su disposición al trabajo, al sacrificio, incluso en su metodología familiar, social y educativa, las que deben atender.
Cada día, acude a la cita con su entrenador, al pisar la cancha del Country Club donde entrena, deja su rutina infantil para sumergirse en ese absorbente universo del tenis. «Yo me inicie en el deporte muy temprano, primero con la natación, luego la gimnasia, pero al «conocer» el tenis supe que había encontrado una razón para conseguir mis metas”, dice.
Luciana reside en el municipio Guacara específicamente en la parroquia Yagua, sus padre son: Robert Paredes y Mariyuk Silva, él nativo de Mérida, ella del estado Zulia, ambos son sus primeros fans.
Revela que su entrenador es exigente en la preparación física y mental. Conoce su potencial, lo pule como un diamante en bruto para transformarla en una joya, como el orfebre a la piedra en bruto.
Ella compite con éxito en la categoría 13 años, ha representado a Carabobo en competencias nacionales e internacionales representado el país. Sabe lo que quiere y hacia donde marcha, toma como inspiración a su ídolo, la polaca Iga Natalia Świątek No. 1 del mundo en individual femenino de la WTA.
Es ficha del APTenis Academia y de la Asociación Carabobeña de Tenis, «El tenis me gusta porque es un deporte muy alto en exigencia física y mental y me estoy preparando para ser la mejor en mi categoría y asistir al suramericano 16 años femenino muy pronto». Apunto.
Cortesía Oscar Amaro