Consumir pescado en Semana Santa es una tradición de la cultura venezolana; las zonas cercanas al centro del país pueden adquirir el producto mucho más fresco que los que residen en el centro-occidente, donde se oferta pescado de río.

Lo cierto del caso es que en esta época del año se vende mucho más y se asocia a la fe, de acuerdo a lo manifestado por la biblia: “La tradición cristiana de comer pescado en Semana Santa data del siglo II y representa un gesto de penitencia y honra a la muerte de Jesús”.

Al realizar un recorrido por el mercado Periférico Candelaria y sus alrededores, pudimos constatar que el precio de este tipo de carne blanca varía de acuerdo al lugar donde lo compre.

En el sur de Valencia, cerca de la maternidad, existe un lugar donde distribuyen todos los productos del mar; en el mercado periférico de La Isabelica también comercializan pescado, y en los grandes supermercados del norte de Valencia puedes conseguir variedad de productos; el sitio lo escoge usted de acuerdo a la ubicación más cercana de su residencia.
El corocoro oscila en $ 3 el kilo, el atún pequeño en $4, el jurel en $3, el dorado en $4, rayado entre $6 y $10, el babo entre $6 y $10, el cazón en $8, el pez bonito en $10 y el chigüire a 12 dólares el kilo.

Para adquirir un producto fresco, debes tomar en consideración los siguientes consejos: el pescado fresco debe oler a mar; cuidado con el olor descompuesto o a amoniaco.
Los ojos deben ser brillantes, saltones y con la pupila negra. Si están hundidos, opacos o con mucosidades, el pescado no es fresco.

La piel debe ser brillante, limpia y húmeda. La carne debe ser firme y elástica; presiona suavemente con sus dedos y, si vuelve a su posición original, está fresca.
Las agallas deben ser de color rojo intenso, las escamas deben estar adheridas al cuerpo del pez y asegúrate de que esté sobre hielo.


Fotos: Jacinto Oliveros/@jacin44/Text. FG