Los huecos sobran en las calles de Valencia y el plan de asfaltado no aparece por ninguna parte; vuelven las promesas, estrechar la mano, la sonrisa picaresca, las palabras elocuentes y hasta allí todo. Los vecinos siguen quejándose, pero nadie atiende los llamados, expresa Valeria Valle, habitante de la parroquia Candelaria, quien señaló que las calles están destrozadas.
Un ejemplo del descuido gubernamental es la calle Anzoátegui, entre Peña y Bermúdez Coussin; hace años que no se realiza un plan de bacheo en la zona. Algunas avenidas principales fueron asfaltadas en una oportunidad, pero las intercepciones muestran en la actualidad un enorme abandono.
La calle Cantaura, a dos cuadras del Palacio de Justicia de Valencia, lleva años deteriorada, existe un bote de aguas negras y la Compañía Anónima Hidrológica del Centro, ¡ni pendiente!.
También encontramos la calle López, entre Escalona y Aranzazu, en pésimas condiciones; los conductores tienen que reducir la velocidad para no caer en los huecos.
En Bella Florida, sur de Valencia, frente al Conjunto Residencial Las Tapia, no ha habido manera de que las autoridades que les compete volteen una mirada para la zona. Allí es necesario un cambio total de la carpeta asfáltica; el fallecido alcalde Francisco “Paco” Cabrera fue la última persona que asfaltó la calle principal de la comunidad.
Hidrocentro reparó hace un año un bote de aguas blancas, efectuó un trabajo de excavación para arreglar la tubería rota, pero la alcaldía se olvidó de que tenía que asfaltar.
Así se encuentran muchas calles de la Gran Valencia, repletas de huecos, y nada de planes de asfaltado.
Texto y fotos: Fangut
