(Marlene Piña Acosta) .-El investigador Ernesto José González Rivas, profesor del Instituto de Biología Experimental de la Universidad Central de Venezuela, afirmó que la muerte masiva de peces es un fenómeno típico de lagos eutrofizados, un proceso que afecta a los cuerpos de agua y es recurrente.
A su vez, explicó que este proceso es debido al exceso de nutrientes que hace aumentar su productividad biológica, lo cual se refleja en el crecimiento excesivo de microalgas, cianobacterias, y plantas acuáticas.
El reconocido especialista en áreas de la ecología acuática fue consultado en relación a lo ocurrido en zonas del lago de Valencia, donde vecinos reportaron la aparición de miles de peces muertos desde el pasado sábado, tras las fuertes lluvias del viernes en la tarde y noche.
El profesor Ernesto José González, quien ha dictado talleres en varios países en manejo de lagos y embalses, alertó que este fenómeno es un problema complejo, por lo que las soluciones no son inmediatas, ni sencillas.
«Hay que convivir con la eutrofización y tomar una serie de medidas para ir reduciendo la carga de nutrientes que llegan a los cuerpos de agua, lo cual también es válido tanto para los ríos como embalses», señaló el experto.
Explicó que durante los meses de mayo hasta finales de noviembre en las zonas tropicales, los lagos están más o menos con cierta tranquilidad de sus aguas, se calientan y generan lo que se llama una estratificación térmica, con las aguas más calidas hacia la superficie y más frias hacia el fondo.
Sostuvo que en un lago eutrofizado como el lago de Valencia hay elevadas concentraciones de oxigeno desde los estratos medios hasta la superficie, producto de la fotosintesis de las microalgas y cianobacterias, mientras que en los estratos profundos el oxígeno es agotado por la descomposición de la materia orgánica.
Además, precisó que a partir de noviembre cuando disminuyen las temperaturas y el viento empieza a soplar con mayor fuerza, se genera una mezcla de las aguas lo que homogeniza las condiciones, cuyo período puede extenderse dependiendo de la localidad. «Esa mezcla de agua puede darse también cuando hay lluvias fuertes que pudiera ser el caso ocurrido el viernes en el lago de Valencia, con una gran cantidad de agua que puede perturbar ese estrato profundo y al agotar abruptamente el oxígeno, los peces que están acostumbrados a concentraciones altas, mueren por sofocación».
Sin embargo, considera que la situación de alarma obedece porque se trata de un lago impactado, y los peces se descomponen si no son recogidos del lugar, lo que genera malos olores.
Consultado sobre las sugerencias desde su experiencia, recomendó que los ecólogos sugieren que las aguas servidas sean tratadas antes de que lleguen a los cuerpos de aguas receptores, implementar medidas de saneamiento ambiental, aunque el ministerio ha trabajado en esta materia, pero falta mucho por hacer, y la reforestación de áreas degradadas.