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(Fanny Gutiérrez).- Pasta Santa es un hermoso proyecto autosustentable que nació con la idea de ayudar a transformar comunidades vulnerables. Comenzó en la zona de las minas de tierra en Colinas de Carabobo, municipio Libertador, estado Carabobo. Allí hay muchos niños, adolescentes, jóvenes y adultos que necesitan apoyo en tareas dirigidas y aprender un oficio para desenvolverse en la vida.

Y es que las condiciones de precariedad no les permiten salir adelante, porque sencillamente muchos no saben leer ni escribir, y tampoco pueden desempeñarse en un arte porque no tienen las posibilidades de hacerlo. Y ante tanta carestía, el Espíritu Santo tocó el corazón de Luis Medina, un cristiano que escuchó el llamado de Dios para ayudar a las personas con necesidades.

Por su mente revoloteaba la idea de crear un comedor social para dar alimento a las personas más necesitadas, pero esto, sin duda alguna, genera una cantidad de gastos operativos, y había que buscar la posibilidad de crear un ingreso permanente para materializar el proyecto.

Fueron pasando los años, y no se concretaba la idea, pero Luis no perdía la fe, y de sus propios recursos fue comprando los utensilios de cocina; sin embargo, las voces agoreras le preguntaban en su oído si iba a seguir con la intención de levantar un comedor, y no lograba concretar nada. Por su mente pasaban varias ideas, entre ellas vender sopa para financiar los programas del comedor y ayudar a las personas que residen en Colinas de Carabobo.

Estando en el templo y escuchando a un ministro, una de sus frases le llegó al corazón, y se dijo a sí mismo: «Voy a comenzar con lo que tengo en manos». Emprendió con la ayuda de amigos y familiares a llevar alegría a los niños, unieron las opiniones y decidieron presentarse en las Colinas de Carabobo con colchones inflables, pinta caritas, refrigerios, perros calientes, golosinas y algo importante: no faltó la palabra de Dios.

El momento fue propicio para ganarse la confianza de la comunidad y ofrecieron un primer programa, un curso de barbería gratuito; se anotaron aproximadamente 15 personas, de las cuales seis terminaron la formación, mostrándose agradecidos con el aprendizaje para comenzar a labrarse un futuro.

Un rico menú

Como los recursos seguían faltando, nace la idea de contratar un chef especialista en pastas para elaborar un rico menú de cinco platos (Pasta a la Boloñesa, Alfredo, Carbonara, Napolitana y Shese food) y ofrecerlos en empresas, industrias, comercios, clínicas, eventos sociales, universidades, particulares o corporativos. Se trata de una bandeja que pesa 600 gramos; los precios varían de acuerdo al servicio individual, van desde 2.5 hasta 4.5 dólares, y se llevan por delivery o «pick up», de lunes a sábado.

También ofrecen combos, es decir, cuatro pastas con pan y refresco con delivery incluido por un costo de 16 dólares. Los pedidos los pueden hacer a través del número de WhatsApp de Pasta Santa 0412-263-30-25 o a través del Instagram: pasta_santa3.

Con la compra de cualquiera de los platos estará ayudando a consolidar los proyectos que maneja Luis Medina, en Colinas de Carabobo, y la idea es extenderlo a otras comunidades con la ayuda del Padre Celestial.
Asegura que el compromiso y la responsabilidad son grandes, pero no le teme a los retos: “El Señor nos abre las puertas y nos convierte en agentes de cambio para generar proyectos multiplicadores con fuentes de empleo”. Dijo Medina.

Así nace Pasta Santa

Es así como nace Pasta Santa, servir a un plan de Dios, que tiene sentido y mucha responsabilidad social, comenta Luis, quien cuenta con el apoyo de su esposa, una sobrina y varios amigos que se han involucrado llevando herramientas de aprendizaje. “No basta con llevarles una bolsa de comida o entregarles ropa, sino darles educación para que logren superarse”, recalca el CEO del emprendimiento por una causa noble, Luis Medina.

Actualmente cuentan con un aliado importante, Marijó Escuela de Modelos, que otorgó nueve becas para niñas, jóvenes y amas de casa, que ya fueron seleccionadas y podrán asistir durante dos meses a la formación en belleza integral, clases de pasarela, protocolo, elegancia, maquillaje, oratoria, etiqueta y actuación, en la sede de El Trigal-Valencia. Además, contarán con traslado desde su sitio de residencia hasta la institución.

Un segundo programa

Aseguró que no es la única comunidad que recibirá estos proyectos: “Queremos ir más allá, “buscamos que la gente comience a ver un cambio en la forma de pensar y actuar, para luego seguir la expansión con cursos novedosos para la gente”.

Señaló que fue Dios quien lo puso en el camino de ayudar primeramente a los niños de Colinas de Carabobo, a través de “La Fundación Retos por Amor y Fe”; sin embargo, ese nombre no se ha decidido porque la visión de todo el trabajo social lo han llamado “Ministros del Reino” —porque somos ministros y embajadores del reino de los cielos en la tierra— recalca Medina.

Continúa diciendo: “Estamos llamados a llevar la palabra de Dios, el amor, la fe, principios, restauración y hacer un gobierno, no de autoridad, sino de servicio, como lo hizo Jesucristo. Él no vino a ser servido, sino a servir, y así debemos actuar sus hijos”.

Financiar los proyectos

Recalcó que “con Pasta Santa intentamos financiar todos los proyectos que tenemos en mente de modo que podamos ayudar a los que menos tienen, y cuando digo que no tienen recursos, es porque viven en una zona de tierra, porque existe una mina de arena para la construcción de bloques, pero lamentablemente viven en condiciones de gran precariedad”.

“Tenemos muchas ganas de ayudar, queremos formar un equipo de baloncesto con su entrenador para que los niños y jóvenes aprovechen la cancha que se encuentra en el lugar y aprendan a conocer en profundidad el juego de basquetbol, y quién sabe si entre los chamos resulta un tremendo jugador, pero en medio de esto le llevaremos la palabra de Dios”. Sostiene Medina.

Agregó que “la gente está tan dolida con la religión, la iglesia, los pastores y el ministerio, y así lo percibimos, cuando intentamos acercarnos a ellos no querían saber nada y creen que el camino con Dios es una religión, cuando en realidad consiste en la vida y la relación con Dios, y como ministros debemos tener principios y valores. Dios dijo: ‘Síganme a mí, yo soy el camino, la verdad y vida’, concluyó Luis Medina, quien pidió apoyo con la compra de cualquiera de los platos y con los recursos obtenidos ayudará a los niños de Colinas de Carabobo».

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