La vicepresidenta del MAS, María Verdeal, manifestó su plena solidaridad con los 600 mil venezolanos afectados con la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS) por parte del gobierno de Estados Unidos.
«Los venezolanos viven una situación muy compleja y delicada porque pueden ser arrestados por las autoridades migratorias de manera salvaje, lo cual condenamos por ser una violación de los derechos humanos».
Recordó que estos venezolanos escaparon de un sistema político y económico que les truncó cualquier oportunidad de desarrollo; llegaron a los Estados Unidos para tener tranquilidad, empleos estables y, sobre todo, permisología legal para residir en ese país. «Se desvanecieron ahora sus sueños y deseos de superación».
Señaló como principales responsables de la crisis migratoria a quienes detentan el poder desde hace 26 años por haber acabado con el aparato productivo nacional, además de mantener salarios de hambre, situación que día tras día padecen quienes estamos en suelo patrio. Indicó asimismo que la eliminación del TPS es un error de la política migratoria estadounidense.
«Un sector de la oposición también le vendió al gobierno de Estados Unidos la narrativa de que todos los venezolanos en el exterior pertenecen al tren de Aragua, padecen de enfermedades mentales y son criminales excarcelados. Y quienes pagan lamentablemente las consecuencias son los connacionales que ya no gozan del TPS».
Con respecto a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeño (CELAC), donde se abordó la lucha contra el narcotráfico y el impacto geopolítico de las ejecuciones extrajudiciales en el mar Caribe, la dirigente del MAS espera que la participación de la Unión Europea pueda coadyuvar en una declaratoria final donde se logre una salida negociada y diplomática por parte de los actores involucrados en el conflicto.
En referencia a la situación económica del país y la protesta de educadores y profesores universitarios, María Verdeal apuntó que el ingreso salarial, así como el monto de los aguinaldos representan una burla para los venezolanos que dependen de la administración pública.
Calificó a esos aguinaldos como «sal y agua» y que para quienes están en el poder es letra muerta todo lo que tenga que ver con la contratación colectiva y reajustes salariales, donde la inflación y el dólar marcan la pauta de la economía nacional.
«La excusa es que debe atenderse la amenaza militar de los enemigos externos y no los problemas que agobian permanentemente a los venezolanos», finalizó.
*Prensa/MAS*



